Sonata Desesperada


Por tus ojos de lince, tu nariz ni pequeña ni grande, tu boca perfecta,
por tu pelo negro, tus orejitas, tu piel morena, tus manos fuertes,
por tu cuerpo de aventurero, tu espíritu sencillo y tu alma mexicana.

Por tu sencillez, tu pragmatismo, tu inteligencia, tu saber estar,
por tu astucia, tu generosidad, tu paciencia, tu comprensión,
por tus ganas de vivir, de saber, de mejorar, de ayudar a los demás.

A parte de estas veintidós razones tengo miles más pero no sé si llegarán a hacerte entender hasta qué punto te amo, te deseo y te necesito. A mí la que más me vale es que es contigo con quien quiero despertar
el resto de mi vida.