La pieza que le falta al puzle

Está claro que cuando no estamos bien con uno mismo, por mucho que nos esforcemos (si es que lo hacemos, que se dan momentos en los que ni ganas de intentarlo tenemos), es imposible estar bien con el resto. Es una bola de nieve, los malos momentos de compactan unos con otros y luego todos a la vez hasta que se convierten en un todo absorbente e omnipresente, de tal manera que perdemos la noción y se nos olvida incluso en qué lugar, cúando, cómo y sobre todo porqué dejamos de ser felices. ¿Fueron las malas decisiones? ¿la rutina? ¿ el estress? ¿las mentiras tal vez?. Apuesto a que las verdades sí tuvieron algo que ver.
Pero lo que me interesa realmente ahora no es indagar en el pasado, si no que directamente necesito que ésto cambie. Me hace falta. Lo necesito y ya. Todos lo sabemos, que no puedo seguir así, dando tumbos, que ya no tengo quince años para estar jugando a hacerme la triste, ¿por que qué problema grave tengo en realidad? Estoy sana (y teniendo en cuenta mi equilibrada dieta éso si que es un milagro), tengo trabajo, dónde vivir y estoy soltera, nada de malo tendría que haber... Pero es como si no pudiera estar contenta, como una mala digestión que dura meses, que se expande y que no me deja pensar en otra cosa dándome continuos dolores de cabeza y de la que estoy más que harta (me imagino que los que lo sufren conmigo aún más). Pero dejadme deciros que soy la primera interesada en que ésto acabe, porque a veces siento que he perdido la ilusión, y es entonces cuando me digo a mí misma "ésa no eres tú". Y me da rabia, mucha, ni te imaginas, ver cómo pasan los días sin que haya conseguido levantar cabeza, tambaleándome de un lado a otro, reaccionando con actos incomprensibles, sin rumbo ni meta que seguir, y agotando la paciencia de cualquiera. Lo que pasa es que creo que me he acostumbrado a esta situación, y con mis decepciones y mis silencios he construído un muro blindado en el que no hay manera de que entre el aire puro, una negatividad de la que no consigo desprenderme, un desinterés por todo que no considero sea normal (supongo que necesito una escapada a España, que pareció hacer milagros en Enero). Por éso grito aqui y ahora: BASTA. SE ACABÓ. DISFRUTA. APROVECHA, DEJA DE PENSAR QUE LAS COSAS VAN MAL, E IRÁN BIEN... no puede ser taaaaaan complicado, sólo tengo que dejar las cosas fluir (sabias palabras de una que estaba en las mismas), sin impacientarme, sin precipitarme, sin sofocos, sin nervios, sin estupideces que cuesten disculpas...
En definitiva :ESPABILA RUBIA, QUE YA VA SIENDO HORA.

Sé que no debo pero... no lo puedo evitar

J'avoue c'est pas le bonheur
Moi je vivais d'amour
Et aujourd'hui je n'ai plus l'âme sœur
J'écoute ma douleur
Et le silence est lourd
Les secondes sont des heures
J'imagine ce que tu dis, ce que tu fais, ce que tu penses
Je devine ce que tu vis à ses cotés en mon absence

J'ai laissé
Les fleurs du jardin se faner
J'ai laissé
Ton odeur sur l'oreiller
J'ai laissé
Les volets fermés tout l'été
Pour ne plus voir le jour se lever

J'avoue c'est pas le bonheur
Moi je rêvais d'amour
Aujourd'hui j'en ai plus le cœur
J'avoue et j'effleure
Nos je t'aime pour toujours
Qui lentement se meurent
J'imagine ce qu'elle t'a dit, ce qu'elle te fait, ce qu'elle en pense
Je devine ce que tu vis à ses cotés en mon absence

J'ai laissé
Les fleurs du jardin se faner
J'ai laissé
Ton odeur sur l'oreiller
J'ai laissé
Les volets fermés tout l'été
Pour ne plus voir le jour se lever

Et la nuit j'entends ta voix
Et ton corps, je le vois
Mais la nuit j'entends dans ta voix
Que tu ne reviendras pas

J'ai laissé
Les fleurs du jardin se faner
J'ai laissé
Ton odeur sur l'oreiller
J'ai laissé
Les volets fermés tout l'été
Pour ne plus voir le jour se lever

J'ai laissé
Les fleurs du jardin se faner
J'ai laissé
Ton odeur sur l'oreiller
J'ai laissé
Les volets fermés tout l'été
Pour ne plus voir le jour se lever

Pour ne plus croire aux contes de fées



A veces simplemente creo que éste es el cuento de nunca acabar...

Me niego a celebrar San Valentin

No. No así. No contigo. No con tus besos que sólo me hacen recordar tiempos pasados de un París mejor. Que si hace tres semanas era unachicapegadaaunmóvil ahora el "bip" llega a irritarme y borro tus mensajes por decenas. Y la guinda de esta tarta es mi poca motivación en esta vida para hablar claro, esperando a sacar fuerzas de pereza y decirte que hasta aqui, que se acabó. Pero es que en el fondo qué tengo que reprocharte, qué pongo como excusa, ¿qué hago? ¿miento? ¿o te digo lo que tú en el fondo ya sabes?. Y es lo que no acabo de comprender en esta historia, que me miras preguntándome por qué quedo contigo para tomar algo si en realidad tampoco lo echaría de menos... y resulta que en lugar de darme largas y facilitarme el camino me agarras de la mano a cada instante y entrelazas tus dedos con los míos como atrapándome, como diciendo "no, dame una oportunidad, anda ¿qué te cuesta?", pero ésto cada vez se complica más, y más, y más... Al principio decía "buff, en la que me estoy metiendo", y al cabo de una semana sé perfectamente cómo vamos a acabar: mal. Porque llegará ese momento en el que ya no aguante más tus palabras dulces, y estallaré, y no entenderás nada. Sí, soy cruel, muy cruel, pero bueno ya está hecho, yo me lo he buscado y ahora tendré que asumir las consecuencias, porque no podemos ir a más, de hecho yo no quiero ir a ningún lado, y digo que sí por no decir que no.
Reconozco que si he llegado a este punto es por lo mucho que nos reíamos (no todo es malo claro), por la ilusión que creaste en mí al hacerme sentir que le gusto a alguien, por el gusto de compartir un buen restaurante con algun chico interesante, porque estabas ahí cuando te necesitaba... pero se me ha ido de las manos, tú ya estás a atro nivel, y yo cada vez tengo más ganas de salir corriendo.
Así que aqui estoy, tan decidida como la última vez en la que chafaste mis planes con una velada maravillosa, que parecía que te lo huberas olido y te hubieras propuesto hacérmelo imposible. Pero dime, tú, sinceramente, ¿hasta cuándo crees que podremos seguir así, con una de cal y otra de arena, tú que quieres más yo que quiero menos? ¿qué quieres celebrar el catorce de Febrero? ¿que nos queremos? Los dos sabemos lo que hay, que ya has visto el brillo de mis ojos cuando le nombro, o cuando te entra la curiosidad y preguntas por él, o como cuando por algún recuerdo me salta su nombre a la boca y sonrío. Por favor, no me lo pongas más difícil, no me pidas San Valentin, no te lo daré: es suyo.

(El problema no es quién eres, si no quién no eres)


Y para terminar, una ironía de la vida: para una vez que no trabajo la tarde del 14, nadie me va a decir Te Quiero