- Je savais bien que nous étions de la même race. Ne sommes-nous pas tous semblables, parlant sans trêve et à personne, confrontés toujours aux mêmes questions bien que nous connaissions d’avance les réponses? Alors, racontez-moi, je vous prie, ce qui vous est arrivé un soir sur les quais de la Seine et comment vous avez reussi à ne jamais risquer votre vie. Pronnoncer vous même les mots qui, depuis des mois, n’ont cessé de retentir dans mes nuits, et que je dirai en fin par votre bouche: “O jeúne fille, jette-toi encore dans l’eau pour que j’aie une seconde fois la chance de nous sauver tous le deux!”
Essayez. J’écouterai, soyez-en sure, votre prope confession, avec un gran sentiment de fraternité
- Pues antes que nada debo confesar mis nervios, se han acumulado tantas cosas que, llegado el momento, no sé por dónde empezar, ni cómo enlazar tantas hebras sueltas, tantas pinceladas que no dibujan nada, y me pregunto a cada caída del sol si los llantos diarios me van a acabar ahogando el día menos pensado o si sólo me ponen a prueba hasta que reaccione. Y es que sí, lleva usted razón, me creo ser la única que sufre y que ha perdido el rumbo, pero cuando tengo al cabeza fría no me queda otra que reconocer que, en el fondo, de una manera u otra, a todos nos sobrevuelan las mismas preguntas, más a menos intensamente, porque en éso sí que no somos iguales, y sin ir más lejos, yo misma poco tengo que ver con aquella que fui meses atrás. Otra. Soy Otra. Soy una versión de mi propio yo hecho a base de recuerdos que, muy al contrario de hacerse borrosos con el paso de los días, se hacen más nítidos, más hirientes, más punzantes … quizás porque cada día los hecho más de menos y no sé qué hacer con mi nueva yo. Y es que me he convertido en una réplica barata de la alegría que hubo en mí, aunque si he llegado a este estado será que me empeño en acordarme sólo de lo bueno, de las risas, de los mordiscos en el cuello, de las dulces y buenas noches… pero incluso de ésas hacía tiempo ya. No le niego que soy muy selectiva con mis propias tormentas, corto y pego como me conviene (o como yo creo que es menos amargo, porque convenirme no es la palabra), y todo aquello que me descompuso en su momento, que me hizo enloquecer, gritar, cerrar de un portazo la puerta, largarme sin dar más explicaciones porque creía que no podía más… de éso no me quiero acordar. Y que nadie se atreva a recordármelo a modo de terapia de reacción porque lo negaré,y eso bien bien sabe usted que lo haré, que le defenderé, justificándole hasta el fin de mis días. Siempre encontraré una explicación que le disculpe, y nunca encuentro la que pueda salvarme a mí.
- J’ai découvert qu’en attendant la venue des maîtres et leurs verges, nous devions, comme Copernic, inverser le raisonnament pour triompher. Puisqu’on ne pouvait pas condammer les autres sans aussitôt se juger, il falláis s’accabler soi-même pour avoir le droit de juger les autres. Puisque tout juge finit un jour pénitent, il fallait prendre la route en sens inverse et faire métier de pénitent pour pouvoir finir en juge. Vous me suivez?
- Sí, le sigo, pero tampoco es que esté en mis planes convertirme en juez, tengo algún que otro prejuicio ya lo sé, no se lo puedo negar, pero nada más allá de impresiones personales, porque al fin y al cabo, ¿quién soy yo? ¿no son todas las opiniones respetables aunque no estemos de acuerdo con ellas? ¿y, en el mayor de los casos, no tenemos todos el don del error inerte? Uff, son las ocho menos veinte ya, disculpe por tener que marcharme, el deber me llama. Nos vemos como siempre, a la llegada del andén esperando el metro que ha de llevarse a un día más. Alli estaré, claro, sin falta, ya sabe cuánto me gustan estas charlas...
Así escribía a principios de Diciembre, y lo dejé pasar un día y otro hasta que, hoy, que me he sentado dispuesta a darle fin, me he dado cuenta de que no puedo. Podría invertarme un final barato, sí, ¿y para qué?. Lo mejor de haber vuelto a releer estas líneas ha sido el darme cuenta de que no hay fin, que ésto lo dirijo yo, las riendas son mías, y nada excepto unos ojos de gato podrán hacer que me rinda...
No hay comentarios:
Publicar un comentario