Vientos Càlidos

Desde hace meses, alguna que otra vez me he preguntado qué serìa de ella, de su voz, de ése ritmo tan suyo. Algo me decìa que el pròximo disco que sacara no iba a pasar desapercibido. Y èsta mañana han encontrado respuestas mis inquietudes musicales, su nuevo single sonaba mientras me hacìa el primer café de este miércoles en el que no trabajo y en el que dentro de unas horas La Roja se la juega contra una Alemania cuya tarjeta de visita es el ùltimo 4-0 contra Argentina, o lo que es lo mismo, contra Maradona. Asì que hoy, a pesar de no ser La Final, los españoles, cerveza en mano (ya sea para celebrar o para hacer màs llevadero el disgusto, véase hemos venido a emborracharnos), sentimos que nos la jugamos.
Kylie Minogue ha vuelto, España sueña, y yo me siento tranquila y feliz, lo cual se merece unos minutos delante del ordenador, a pesar del riesgo de llegar tarde a nuestra cita con el mundo en Trocadero.
Lo que ocurre realmente es que hoy, para no cambiar bruscamente las costumbres de mis dìas libres, me he despertado y me he quedado horas, sì, horas, remoloneando. Y es que si ya de por sì me cuesta levantarme, està claro que el calor de Julio no colabora a hacerme salir de la cama... Ha sido una sucesiòn de 3o minutos, màs otros 30, màs un poquito màs. Asì de dignamente he perdido esta mañana, y sin remordimiento alguno, que conste.
Pero es que yo soy feliz con esta manera tan tonta de regocijarme entre las sàbanas, con la pereza pegada al cuerpo, con tus sonrisas recorriéndome las venas, con tu forma de ver la vida arrebatàndome la escasa sensatez que existe en mì. Se pasan los minutos por cientos dentro de esta burbuja que no necesita nombre, que no lo quiere tener de tan indescriptible que es. Se compone de un Tù y un Yo, no necesita màs. Se alimenta de los "tu me manques" que me envìas desde ciudades que no sé ni còmo se escriben, de mis mensajes cuando he bebido demasiado, de una carta que ha atravesado nubes y continentes para decirme que no me olvidas, de proyectos que empezamos desde el tejado. Te has empeñado en que conocernos en estas circunstancias no es casualidad, y a mì me da la sensaciòn de que me estoy lanzando al vacìo desde un décimo piso, y en lugar de preocuparme por la caìda brutal que seguramente me espera ahì abajo, cierro los ojos y aprieto tu foto contra mi pecho, de nuevo palpitante, loco, soñador, y vendo mi poco sentido comùn al màs bajo postor a cambio de que vuelvas y de que la vida nos dé una oportunidad.

J'ai just envie de me laisser porter par tes vents...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La primera vez q veo a mi primita actuar coincide con el partido (más de finalísima q de "pase a final") y el Desfile del Orgullo q, por cierto, tenía como colofón un concierto de Kylie en Plz. España, tan cerquita de casa...
-Interconexión. (Algo raro q nos ocurre siempre, ¿no?)
>Acabo de llegar de festejar q "LA ROJA" se ha coronado campeona del mundo. Hoy todos sentimos orgullo de ser españoles y parece q el fútbol consigue reconciliarnos con el pasado.
Un bexote de buenas noches. JAi*

*Pa dijo...

Si, es increible lo que el futbol puede llegar a conseguir...bzetez!!!