Sigue llenando este minuto
de razones para respirar
no me complazcas... no te niegues

no hables por hablar.



Y así yo conseguiré saber quién soy, a dónde voy, por qué y cuándo. Y valoraré cada instante, y saborearé el aire, y seré capaz de caminar sobre las ascuas... sabiendo que tú me esperas.



1 comentario:

Indigente Iletrado dijo...

Ponle nombre.

Policarpio, por ejemplo.