CientOchentaSegundos

Ayer casi me muero de la risa. De hecho, ojala que cuando el dado caiga en la casilla negra y me toque perderlo todo, incluido el aliento, sea riendo como ayer (y éso que no queria salir de casa!) . Desde que empecé hasta que pude, no controlarme del todo pero al menos dejar de carcajear a plena voz, debieron pasar unos tres minutos, es decir, 180 segundillos de nada convertidos en el clic del dia de alguien a quien seguramente (que yo qué sé, es un decir) le hacia falta una buena risotada.
Vino ni màs ni menos de la mano de un fulano tal que cualquiera de nosotros llamariamos loco... Estaba borracho, pero en ese momento justo en el que rompio' a reir ahi, en frente de mi, sus pies y los mios a la misma altura, sus zapatos rotos frente a mis bailarinas de charol recien sacadas de la cajita, sus estrafalarias vestimentas frente a una serenidad made in Zara, su pestazo a alcohol jugando a cara o cruz contra mi higado aun en rehabilitacion desde este verano...en ese preciso momento no era la borrachera, que borracho puedes estar toda la noche (anios si te lo propones), pero locura en si solo es el momento (que màs tarde serà puto momento) en el que llamas a tu ex o, en su defecto, le confiesas a esa chica que te quita el suenio que te gusta desde el primer anio de carrera. El caso es que este individuo estallo' a reir inesperadamente, desencadenando en mi una risa aun mayor y màs grotesca que la primera, y consiguio' no solo callar la suya (sorpresa màxima la del borrachin ante mi respuesta), si no que hizo dudar a nuestros admiradores sobre quien era el loco de los dos. Asi que me entro' esa risa imparable de las que por màs que te tapes la boca, la cara o la cabeza no las puedes controlar.
Me pido ser loca para el resto de mi vida :D